Como parte de nuestra respuesta a la COVID-19, establecimos programas gubernamentales para proporcionar apoyo financiero y mayores incentivos fiscales y no fiscales para ayudar a las empresas a reconvertir sus proyectos.
El gobierno filipino no ha impuesto restricciones a la exportación de productos cruciales para combatir la COVID-19, como los EPP, lo que permite a las compañías proveer al mercado nacional y de exportación. En colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y otras partes interesadas, el gobierno estableció una plataforma vinculadora de negocios para proveedores, fabricantes, consumidores y usuarios de EPP, para así coordinar mejor las necesidades del país.
Mediante nuestro compromiso con la investigación en diseño e innovación, promovemos la inversión en la investigación y desarrollo de productos a partir de materiales duraderos y autóctonos fundamentales para la producción de EPP.
Con exportaciones con valor de más de 1000 millones de dólares americanos al año, nuestra industria textil y de prendas de vestir es uno de los sectores consolidados desde sus inicios en la década de 1950. Cruciales en esta crisis sanitaria, el aumento de la demanda y el panorama económico cambiante hacen de los textiles y prendas de vestir una industria pujante una vez que termine la pandemia.
Las Filipinas pueden funcionar como centro de fabricación de EPP gracias a su abundante fuerza laboral cualificada y lista para trabajar, además de servir de puerta de acceso privilegiada a otros mercados clave como Estados Unidos, Japón, China, Corea y la ASEAN.
El éxito de nuestras iniciativas de reconversión muestra la capacidad de adaptación de las industrias de las Filipinas a los cambiantes entornos de negocios, y se sustenta en la industria creciente del país y en su capacidad para aprovechar un amplio ecosistema y asociaciones intrasectoriales.
Cubrebocas producidos al mes
Batas y overoles producidos al mes
Caretas producidas al mes
Trabajadores cualificados para producir EPP a ritmo acelerado
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los Equipos de Protección Personal (EPP) son artículos indispensables para prevenir el contagio y reducir los riesgos a la salud por causa de la COVID-19. La OMS califica a las caretas, cubrebocas, guantes, batas, overoles y gafas de protección como EPP. Las Filipinas ya fabricaban cubrebocas de grado médico antes de la pandemia. Debido a la exacerbada demanda y a la disrupción de las cadenas de suministro, hemos observado la escasez mundial de estos productos, por lo que diversos países, incluyendo las Filipinas, se encuentran en aprietos para conseguir EPP y materias primas para fabricarlos.
Para responder a las necesidades del sistema de salud nacional y atender la demanda mundial de estos productos, el gobierno filipino instó y apoyó a las industrias locales para reconvertir sus líneas de producción existentes e inactivas como solución expedita. Algunas de las instalaciones que pueden reconvertirse para producir EPP son las fábricas de textiles y prendas de vestir, las de hilados y las plantas de ensamblaje de electrónicos.
Dos de los fabricantes de productos de grado médico existentes en el país se han unido ahora a más de 40 empresas nacionales y extranjeras que han reconvertido sus líneas de producción para fabricar EPP.
Entre las empresas ubicadas en las Filipinas se encuentran: